Junto a Ana Retta, educadora social, especialista en TEA, charlamos sobre la importancia que tiene el poder darnos lugar a las familias e incluir en las celebraciones a los pares de nuestr@s hij@s que tengan TEA.
Lograr salir del miedo a lo que puede suceder y hablando con la familia organizar todo para que sea una gran experiencia para tod@s.
Anticipar, explicar qué va a haber, qué no, así saben qué esperar. Buscar que en la propuesta de alimentos existan cosas que deseen, lo mismo con la música o los juegos.
La inclusión a la diversidad no puede quedar solo en el discurso o en el centro educativo, es a diario y en los pequeños actos que se transforma positivamente la sociedad.
Como diría Gandhi, «Seamos el ejemplo que queremos ver».
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